El krama se asocia al pueblo camboyano desde hace muchos siglos. Según las creencias, los camboyanos siguen la religión budista y adoran a tres dioses: el dios de la creación (Brahma), el dios de la preservación (Vishnu) y el dios de la destrucción (Shiva). Entre ellos, el dios Vishnu es un dios gentil y bondadoso, protector del pueblo y que a menudo monta una serpiente de 7 cabezas llamada Naga. Los camboyanos, por respeto a Vishnu, crearon el pañuelo Krama (que se traduce como "pañuelo de serpiente"), que simboliza al dios serpiente Naga. Creen que llevar o envolverse un pañuelo en la cabeza les permite tener al dios Visnú y al dios serpiente Naga a su lado, trayendo suerte y paz a quien lo lleva.
Tradicionalmente rojo o azul con pequeños cuadros, el krama también tiene usos muy diversos. Los propios camboyanos dicen que el krama puede tener hasta 90 usos diferentes. Nacido para protegerse del intenso sol camboyano (las fibras de algodón absorben perfectamente la transpiración), la población local también combina sus pañuelos krama para confeccionar vestidos, pareos, delantales, etc. Las madres también utilizan el krama para hacer hamacas, envolver a los recién nacidos o confeccionar bolsas para la compra. Así pues, el krama sigue estando presente en la vida y las actividades cotidianas de la gente.
Los tradicionales kramas de pequeños cuadros blancos y rojos, o blancos y azules, se presentan ahora en una gran variedad de colores, como se ve en la colección de pañuelos de algodón Krama Colorado y en la colección Krama Design.
Las llevan hombres, mujeres y niños de todas las edades y profesiones, y su uso cotidiano les confiere un valor simbólico. Pueden utilizarse de muchas maneras: estola, pañuelo, chèche, bufanda, pero también hamaca, tocado para protegerse del sol, traje de baño, cinturón, etc.
El robusto krama puede incluso transformarse en un asiento de bicicleta de repuesto para el bebé, ¡si se sujeta entre el manillar! Pero, por supuesto, los jemeres vieron primero en este pañuelo una forma de perpetuar su patrimonio, confirmando que pertenece a su país. K