Angkor Wat es uno de los monumentos religiosos más emblemáticos del mundo y un tesoro arquitectónico de la historia de Camboya. Originalmente dedicado al dios hindú Vishnu, Angkor Wat ilustra la grandeza y el ingenio del arte, la arquitectura y la ingeniería jemeres.
Origen y construcción
Angkor Wat, que significa literalmente «Templo de la Ciudad», fue diseñado como templo funerario para honrar a Suryavarman II tras su muerte. Está situado cerca de Siem Reap, en una zona que sirvió de capital política y religiosa del Imperio Jemer. Todo el complejo, de unas 162 hectáreas, está rodeado por un vasto foso que simboliza el océano mitológico.
El templo refleja una combinación perfecta de simbolismo religioso y arquitectura utilitaria. Está construido en el estilo arquitectónico clásico angkoriano y representa el monte Meru, una montaña sagrada en la cosmología hindú. Las cinco torres centrales simbolizan los picos del monte Meru, y los fosos representan los mares que rodean esta montaña mítica.
Simbolismo religioso
Aunque concebido como templo hindú, Angkor Wat es también un símbolo universal de la conexión entre lo divino y lo humano. Las galerías, decoradas con bajorrelieves, representan escenas épicas de textos hindúes como el Ramayana y el Mahabharata, así como las hazañas de los reyes jemeres. El bajorrelieve más famoso es el de la Agitación del Océano de Leche, una escena mitológica que representa la búsqueda de la inmortalidad.
Conversión al budismo
En el siglo XVI, cuando el hinduismo decayó en la región, Angkor Wat se convirtió en un templo budista. Se añadieron estatuas de Buda y hoy sigue siendo un lugar sagrado del budismo Theravāda. Esta transición refleja la evolución cultural y religiosa de Camboya a lo largo de los siglos.
Decadencia y redescubrimiento
Tras la caída del Imperio Jemer en el siglo XV, Angkor Wat quedó en gran parte abandonado, aunque siempre se utilizó como lugar de culto. Las selvas circundantes invadieron el lugar, acrecentando su misterio. En el siglo XIX, exploradores occidentales, en particular el francés Henri Mouhot, redescubrieron el complejo, dando a conocer Angkor Wat a la comunidad internacional.
Conservación y patrimonio mundial
Desde su inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1992, Angkor Wat ha sido objeto de intensos esfuerzos de conservación. Los retos incluyen la restauración de las estructuras, la gestión de las multitudes de turistas y la protección contra los efectos del clima.
En la actualidad, Angkor Wat sigue siendo un símbolo nacional de Camboya, que figura en su bandera, y un lugar de visita obligada para visitantes de todo el mundo.